¿Por qué nos afecta la luz natural?
Lo damos por sentado, pero la verdad es que la luz natural ha hecho posible la vida tal como la conocemos, y dependemos de ella en muchos sentidos. Nuestro cuerpo funciona en base a la luz, y hay ciclos de regulación de nuestro organismo, como el ciclo del sueño, que son determinados por nuestra exposición a la luz natural.
La luz del sol es responsable de regular nuestro estado de ánimo, la producción de vitamina D, o nuestro nivel de productividad y actividad general. Por eso, cuando estamos en un ambiente con luz natural abundante, inmediatamente nos sentimos bien. Es simplemente algo que necesitamos.
¿Cuáles son los beneficios de la luz natural?
Como dependemos de la luz natural, estar en contacto con ella nos trae muchos beneficios. Se han hecho cientos de estudios científicos en diversas ramas, que prueban la influencia positiva de la luz solar en varios aspectos:
- Mejora en el ciclo del sueño
- Mejora en el rendimiento cognitivo y productividad
- Mejora en el estado de ánimo
- Mejora en la salud ocular
- Disminución de enfermedades autoinmunes y coronarias
- Aumento del metabolismo
Si estamos expuestos a la luz natural, sin duda estaremos más sanos, felices y productivos.
¿Cómo aprovecharla mejor?
Se estima que un 30% del gasto energético de un edificio es destinado a la iluminación, de manera que un buen uso de la luz natural no sólo va a impactar en tu salud, sino también en tu bolsillo, así como en el impacto ambiental que produzcas. Un buen uso de la luz natural es recomendable en muchos sentidos, y para lograr tu objetivo hay algunas cosas que podés tener en cuenta:
- Utilizar colores claros en las superficies.
- Ventanas amplias y tragaluces.
- Cortinas suaves y espejos.
- Mesas y puertas de cristal
- Buena circulación interior y disposición de los muebles.
En el video que te compartimos debajo, Rita Gasalla, CEO del estudio de arquitectura Gallöw, nos explica cómo sacar provecho de las fuentes naturales de luz.